Esta es la historia de un afortunado pangolín escrita por Simon Espley autor de artículos para la Revista de Africa Geografic. Herero de Namibia un pueblo ubicado al suroeste de África en lo que es hoy la República de Namibia tenían la creencia de que el pangolín poseía poderes transformadores. Cuenta la historia que si alguien se encontraba un pangolín, debía ser llevado al jefe de la comunidad para ser asado vivo ya que al comer de su carne se podía alcanzar una gran suerte.
Sin embargo, un pangolín llamado Katiti a ayudado a disminuir esta práctica en la gente de Namibia.
Simon Espley en uno de sus safari en la Reserva de Botswana, al sur de Caprivi Strip de Namibia, escuchó el grito de sus acompañantes que decían , "¡Pangolín! ¡Pangolín! , ¡Pangolin!, Ese grito de emoción fue considerado por Simon y sus acompañantes como el comienzo hacia una nueva experiencia durante ese día. El conductor Mark Tennant, aceleró el vehículo de safari acercándose a una distancia razonable hacia un grupo de cinco perros salvajes que estaban saltando en medio de un alto pastizal. Cuando los pobladores veían ese comportamiento en un grupo de perros salvajes estaban seguros que eso era causado por la presencia de un pangolín. Efectivamente, allí estaba, un pangolín totalmente acurrucado en una bola perfecta y bien blindado. Los perros salvajes al darse cuenta de que no podían hacer nada con el pangolín en su modo de protección, se retiraron. En lugar de seguir a los perros en su caza, el grupo safari de ocho asistentes a bordo del vehículo decidieron pasar tiempo observando al pangolín. Tal era el encanto de esa criatura escurridiza que tomaron diez minutos contemplando cómo una vez aquellos amenazantes perros se retiraron, ella se desenroscaba muy tranquila y seguía su camino.
En África y otros países asiáticos los pangolines están siendo cazados ilegalmente en gran número y vendidos a un precio sumamente alto, para satisfacer la demanda de ricos y adinerados orientales que gustan de la carne de estos animalitos y cuyas escamas son consideradas curas medicinales. Con esta conducta indiscriminada, no nos debe sorprender que las diferentes especies de pangolín estén al borde de la extinción.
En una de esas cazas furtivas, un pangolín fue rescatado de ese destino. Capturado en su estado salvaje fue llevado a un pueblo de Namibia en una caja, para ser vendido en el mercado negro. El dueño de una tienda sintió pena por el pangolín lo compró y fue rescatado por la fundadora y directora, de REST (RARE AND ENDANGERED SPECIES TRUST) María Diekmann, cuya fundación se dedica a rescatar especies amenazadas. Diekmann se encargó de rehabilitar al pangolín y regresarlo a su habitat natural. Durante su recuperación esta afortunada pangolín fue llamada Roxy . Se formó un gran lazo de afecto entre María y Roxy. Antes de ser regresada a su hábitat, Roxy tuvo en cautiverio a Katiti un hermoso pangolín que fue dejado en la fundación para ser protegido y para adquirir mayor conocimiento sobre estos sorprendentes mamíferos.
Katiti luego del ser separado de su madre comenzó a tener problemas en su dieta una vez destetado. María con la ayuda de Lisa Haywood quien dirigía otra fundación para el rescate de pangolines y con conocimientos y experiencias con bebes pangolines lograron sacar adelante a Katiti. Hoy en día Katiti juega un papel muy importante en la recuperación de otros pangolines rescatados y llevados a la fundación, aumentando las posibilidades de éxito en su rehabilitación y liberación. Ese conocimiento adquirido por los pobladores de Namibia a través del cuidado de Katiti ha ido cambiando su manera de ver a estas criaturas.
Referencias:
http://magazine.africageographic.com/weekly/issue-10/luckiest-pangolin-alive/
http://www.restafrica.org/about.html
@2016 Página creada por Annie L. Moreno
Licenciada en Tecnología Veterinaria
1/16/2016
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